domingo, 28 de junio de 2015

Sucre Murales históricos podrían ser declarados patrimonio



En la ciudad se encuentran al menos 19 obras representativas del muralismo boliviano y posiblemente sea una de las colecciones más amplias de todo el país junto con la de La Paz; por ello, la Plataforma de Patrimonio y Desarrollo Económico ha presentado en estos días, una propuesta de Ley Municipal para la “Declaratoria de patrimonio cultural, artístico, social e histórico a la producción muralista contemporánea del siglo XX del municipio de Sucre”.

Este proyecto de normativa prevé mecanismos de conservación y promoción de los murales de la ciudad, al mismo tiempo que delega responsabilidades a los actores involucrados en la gestión pública del patrimonio, que, entre otras tareas, tendrán la responsabilidad de suscribir los murales en el Registro Plurinacional de Patrimonio.

Erland Ovando, Coordinador del Plan de Rehabilitación de las Áreas Históricas de Sucre (PRAHS), explicó que este proyecto de Ley busca revalorizar estas obras que atestiguan la importancia que tuvo Sucre en la historia del arte boliviano del siglo XX.

Por su parte, Analy Fuentes, encargada de la Plataforma, recalcó que para la elaboración de esta propuesta de Ley Municipal, se realizó un estudio sobre las obras que deberían ser declaradas como bienes patrimoniales, analizando sus características técnicas y su historia, de este modo ahora se cuenta con un registro que recoge todos estos elementos y servirá de base para estudios posteriores. “Todo esto ha sido parte del proyecto de registro de murales que ha impulsado el Ministerio de Culturas y Turismo”, destacó.

Uno de los aspectos destacados de esta propuesta es que se lanza como una iniciativa ciudadana y deja un precedente en esta materia, para que la Plataforma haga nuevas gestiones de este tipo en el futuro, afirmó Ovando.

EL MURALISMO
El valor histórico y cultural de los testimonios que dejó el muralismo en la ciudad posee gran importancia. Como escribió en alguna ocasión el curador del Museo Nacional de Arte, José Bedoya, una de las corrientes artísticas fundamentales para el siglo XX en Bolivia, ha sido el muralismo; esta tendencia recoge dos vertientes principales, una en La Paz, por parte de Miguel Alandia Pantoja, y la otra en Sucre, que viene de la mano de Walter Solón Romero y el grupo Anteo.

Se trata de obras de artistas de gran importancia en la historia del arte boliviano contemporáneo, entre otros se encuentran murales de Juan Rimsa, Solón Romero, Lorgio Vaca, Sixto Sandoval, Gil y Jorge Imaná.

Los murales se encuentran en diversos espacios, muchos de ellos en instituciones como la Universidad San Francisco Xavier, la universidad Pedagógica, COTES, el Colegio Junín y otros. Pero también existen algunos murales que se encuentran en casas particulares. Precisamente el carácter disperso de esta colección y la ubicación de estas obras de arte en espacios institucionales ha contribuido a que muchas veces sean ignorados por las autoridades y por la misma población, que en varias ocasiones los pasan por alto sin comprender que están frente a valiosas obras de arte que fueron producidas en un momento histórico trascendental para Bolivia como fue la revolución del 52.

Los actores involucrados coinciden en que este es un tema central para la discusión de las políticas culturales en la ciudad; el rescate del patrimonio frente al abandono y el olvido.

El grupo Anteo y el arte mural boliviano

A principios de la década del 50 la capital vio florecer una de las pocas expresiones del arte moderno y vanguardista del siglo XX, que encarnó en la realidad boliviana y produjo en un auténtico movimiento cultural sin precedentes. Se trató de un momento clave para la historia boliviana, que los historiadores del arte denominan la generación del 52.

Como parte de las diversas corrientes del nacionalismo y el arte social que surgían en el contexto político latinoamericano, México fue uno de los principales exponentes mundiales del muralismo. Fuertemente influidos por los artistas mexicanos, Walter Solón Romero y un grupo de jóvenes artistas conformaron en Sucre el Grupo Anteo que tomó su nombre por la figura de la mitología griega cuya fuerza emerge de la tierra.

El grupo desarrolló una estética basada en las luchas populares y en la visibilizacion de los sectores marginados de la sociedad, es común ver en sus obras festividades indígenas o trabajadores explotados, no obstante también trabajaron con motivos nacionalistas, por lo que se apeló a las figuras de los próceres de la independencia.

Estos son algunos de sus miembros:
Walter Solón Romero (muralista), Luis Chopitea (fotógrafo), Lorgio Duchén (escritor), Juan José Wayar (escritor), César Chávez Taborga (educador), Héctor Borda (escritor), Eliodoro Ayllón (poeta), Hugo Poppe (educador), Humberto Diez de Medina (escritor), Lorgio Vaca (muralista) y Gil y Jorge Imaná (artistas).

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