martes, 3 de marzo de 2015

Alfredo Rivera Rocha, 50 años dedicados al teatro profesional



Un día antes cumplió años y fue invitado para una entrevista y, como un colegial bien portado, Alfredo Rivera Rocha se presentó puntual con sus pantalones cortos, mocasines y polera de cuello y mangas cortas, la barba monocromática, con su habitual carácter dicharachero apenas bastó una pregunta para que empiece a contar sobre los 50 años de vida dedicada al teatro profesional.

Entretenido conversador, es imposible no sustraerse a su relato, acompañado de gestos y mímica que lo hace más apasionante. Hombre polifacético, en la trayectoria de los 78 años que cumplió incursionó en radio, televisión, cine, el deporte y, por supuesto, la actividad teatral que siempre lo acompañó.

Técnica
Los avatares del destino lo llevaron un día a inventar una técnica para formar un elenco de teatro con personas invidentes y se explaya al explicarlo. Además, esta misma habilidad la aplicó para formar deportistas ciegos en atletismo, futsal, ajedrez, natación y ciclismo. El año l996 fue declarado y homenajeado por la H. Alcaldía Municipal de Oruro como uno de los mejores entrenadores deportivos para ciegos.
Nació en Oruro un 27 de febrero de 1937, divorciado y con cuatro hijos, empezó en la actividad histriónica desde los 19 años de manera empírica, para posteriormente dedicarse a las radionovelas y recuerda con pasión la obra que le permitió recorrer el país y algunos lugares del mundo bajo el traje de Gumersindo Tabares, el personaje del monólogo del brasileño Pedro Bloch, “Las manos de Eurídice”.
Ufano, se siente orgulloso al declarar que durante casi 20 años interpretó esta obra y llegó a las 1.508 representaciones. Tras vivir primero en su natal Oruro, Tupiza y La Paz, en 1999 se trasladó a Tarija por una temporada para enseñar y formar un elenco de teatro; sin embargo, la tierra chapaca lo conquistó y lo que debían ser unas semanas se convirtieron en años, finalmente, en toda una vida.
Desde ese entonces estuvo a la cabeza del teatro universitario “Juan Misael Saracho”, que se constituyó en su momento en la máxima representación de la actividad artística tarijeña y con el que obtuvo varios lauros y distinciones por el trabajo realizado.
Por otra parte, tambien logró premios y distinciones a nivel nacional e internacional por su creación del Biteatro Monodramático, que es una manera de fusionar dos monólogos de temática diferente como: “El Actor” de Jorge W. Cervantes y “Las Manos de Eurídice” de Pedro Bloch” en un mismo escenario.
El estreno de estas obras con esta técnica fue en la ciudad de Oruro el 20 de enero de 1965. Igual experiencia repitió en Punta Arenas-Chile (l971), en el teatro de la Universidad Técnica del Estado, en el que estrenó y dirigió las obras: “Antes del Desayuno” de Eugene O´Neill y “Después del Desayuno” de Jorge W .Cervantes con el elenco de teatro “Fartum”.
En Tarija escenificó estas mismas obras con el elenco “Juan Misael Saracho” el 2005 en el Paraninfo Universitario, en los que dirigió a dos talentosos actores del arte dramático: Celinda Aguilera y Oscar Ruíz.
En su incusión al cine video trabajó en obras como: “Venganza Aimara”, “El Pique”, “Vigilia para el último viaje”, “La Ventana y “Las manos de Eurídice”. El año 1992 filmó “Trilogía” con el grupo Huallparimachi, encarnando a un controvertido personaje como fue Mariano Melgarejo. Siguió con la telenovela “A larga distancia” dirigido por Eduardo “Pachi” Ascarrunz. En 1998 fue guionista y actor en la serie “El Justino” realizado por Mexican Productions; además de las miniseries “El Rodaje” y “Residencial Familiar”.
También trabajó con el director de Ukamau, Antonio Eguino, en la película “Amargo Mar” con el rol estelar de Aniceto Arce, siguió con “Cómo duele ser pueblo” con Producciones Roncal y para la BBC de Londres personificó a Abigail Guzmán en el film “El escarabajo de oro”. Con la Universidad de Sonora, México y la Universidad Técnica de Oruro, realizó una coproducción de trece capítulos con la novela ”Socavones de Angustia”.
En 2002 escenificó en Tarija “El Año Repetido” y causó revuelo con una escena en la que los dos personajes se mostraban al desnudo. Continuó con “Todas son mis hijas” con un record de 460 representaciones en distintas regiones del país, especialmente en las unidades educativas por la temática de la obra que era la de prevenir en los jóvenes estudiantes la adicción al alcohol, drogas y tabaco.

Propietario de una voz particular

Alfredo Rivera Rocha también destacó en la radio por la calidad sonora de su voz, por lo que fue invitado por el cantautor y compositor Orlando Rojas para grabar el poema “En Rojo, Amarillo y Verde” (1976-1977) dedicado al 23 de marzo y que en su momento fue la banda sonora característica de “Radio Panamericana”, que de manera cotidiana era emitida antes de los informativos.

Asociación
También fue Presidente de la Asociación Boliviana de Actores (ABDA), institución en la que trató de aplicar modelos y pautas para mejorar el salario del trabajo de los actores, pero la idiosincrasia reinante le impidió avanzar en su proyecto de armar una institución fuerte como otras en Latinoamérica.

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