viernes, 12 de julio de 2013

Mondacca festeja 40 años en el teatro con Ojos de Kurukuta

Cuando David Mondacca cumplió 25 años sobre las tablas decidió abandonar el teatro. Dejó Bolivia y se fue a vivir a Canadá. Sin embargo, por azares del destino o por “magia”, un día encontró en un libro el recorte de una frase que cambió su vida: “Tu país es el único lugar que te permite ser”.
“Es una frase que está escrita en la página 365 de la primera edición de la obra Felipe Delgado, de Jaime Saenz. Descubrirla en otro país representó para mí un mensaje que fue determinante para regresar y volver al teatro”, cuenta.
Ésa fue la última vez que el actor puso en duda su vocación por el teatro y hoy celebra sus 40 años de trayectoria artística y, como no podía dejar de ser, decidió festejar con el estreno de una nueva obra, Ojos de Kurukuta.
La pieza, dirigida por Claudia Andrade, se presentará hoy a las 19:30, en el Teatro Municipal.
Ojos de Kurukuta consta de la adaptación de tres poemas y cuentos de Jaime Saenz y Bertolt Brecht. Además, incluye un texto de Mondacca.
“Adaptamos un poema de Saenz sobre la ciudad oscura. También elegimos un texto sobre el ímpetu de la chola paceña, que es vista como el ángel guardián de la tradición de esta ciudad”, indicó Mondacca.
De Brecht, se han seleccionado varios versos que abordan el tema del teatro.
La primera escena se inicia con la representación de una ch’ alla. “Decidimos incluir la interpretación de este ritual para agradecer y celebrar mis 40 años en el teatro. Fue y es una labor incansable”, sostuvo.
El título de la obra hace referencia al último cuento que fue escrito por Mondacca. “Narra la vida de un niño que tiene los ojos rojos y por eso sus compañeros se burlan de él. Entonces, el pequeño encuentra refugio en la lectura. Es una historia autobiográfica”, adelanta.
La pieza fue estrenada a principios de año en Chile. La escenografía está a cargo de Ramiro Vargas y la música es obra de Yamil Zaiduni. Según Mondacca, Ojos de Kurukuta tiene el objetivo de homenajear a todos los maestros del teatro nacional. “Hay gente que ha dignificado este oficio porque no es fácil vivir del teatro”, dijo.
Las entradas para la obra valen 30 bolivianos para platea, 20 para anfiteatro y 15 para gradería.

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