Luego de ocho meses ejerciendo como secretario ejecutivo de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB), el artista plástico Édgar Arandia regresa a la dirección del Museo Nacional de Arte (MNA).
“Pedí mi regreso al museo porque tenía dos tareas pendientes: la ampliación y la instalación de la sala de arte indígena”, señaló el también poeta y antropólogo.
Arandia asumió la dirección del MNA en 2008 y permaneció allí hasta octubre de 2012. Desde entonces colaboró con la Fundación Cultural del BCB, institución de la que dependen algunos de los repositorios públicos más importantes del país.
¿Cómo recibe la noticia de su retorno a la dirección del Museo Nacional de Arte?
Ha sido una grata noticia porque regreso a un lugar muy agradable en el que hemos realizado con mi equipo cosas muy importantes, como la Bienal de Escultura en Piedra o los simposios de cerámica.
¿Por qué se tomó esta decisión?
Me hice cargo de la secretaría ejecutiva de la fundación cultural por ocho meses y nunca dejamos cerrada la posibilidad de mi retorno al museo por dos razones importantes:
Primero, porque tengo que concluir con la ampliación del museo y luego debo implementar la sala de arte indígena. Por ello, solicité mi reincorporación, pues desde la secretaría es difícil llevar adelante estos proyectos.
¿Cómo va la ampliación del museo? ¿Qué avances hubo desde que dejó la dirección hace ocho meses?
El avance fue mínimo. Estamos haciendo otro proceso para empezar la construcción de la ampliación del museo y el mantenimiento y puesta en valor del patrimonio arquitectónico de la Villa de París (casona que alberga al repositorio).
Tenemos problemas con el municipio porque necesitan los planos terminados a diseño final de la ampliación y aún no los tenemos porque hay tres personas que todavía están ocupando tres cuartos de la Villa de París.
¿Cómo se espera solucionar este problema?
Estamos intentando, a través de la Asamblea Legislativa, que estos espacios sean integrados al conjunto arquitectónico de la Villa de París y empezar de una vez con la construcción.
Es decir, se irá por la expropiación?
Sí, se tiene que expropiar, pero les vamos a pagar un precio justo. Estamos intentando una vía legal para que estos espacios pasen a manos del museo, puesto que hemos intentado comprarles esos predios a los propietarios pero nunca llegamos a un acuerdo.
¿Cómo va la compra de la escuela Siles Salinas que también formaría parte del museo?
También estamos trabajando en la adquisición de esa escuela, y este proceso está más avanzado.
Estamos a la espera de que la Alcaldía compre otro predio para que trasladen esa unidad educativa. Una vez consolidada esa compra, el Museo Nacional de Arte será el centro cultural más grande del país. Esperamos que todo salga este año porque ya vamos dos años de trámites.
Retorna al museo con un mismo enfoque o quizá sus ideas cambiaron...
No, seguiremos haciendo las exposiciones institucionales con un criterio en el que se muestre un diálogo entre el arte del siglo XVII con lo contemporáneo, con el propósito de mostrar una descolonización, generar un sentido de pertenencia, descubrir retazos de la historia y para develar la estética indígena.
Pero a partir de agosto vamos a cerrar las salas del Museo Nacional de Arte hasta fin de año porque debemos cambiar los pisos que están en muy mal estado.
Sólo tendremos abiertas las salas temporales donde habrá muestras de artistas e instituciones.
HOJA DE VIDA
Inicios Es poeta y pintor. Fue alumno libre de la Escuela de Artes Hernando Siles y estudió en el Taller de grabado del Centro Boliviano-Brasileño de La Paz.
Carrera Es antropólogo, fue docente (desde 1983) y fue director de la carrera de Artes de la UMSA (1992-1995).
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