Héctor Böhâmia presentó una alternativa diferente a lo que se acostumbra ver en los escenarios en cuanto a la danza, interpretando el "Relato del silencio", junto a los jóvenes del Ballet Municipal Renacer.
Este acto se cumplió la noche del domingo precedente, en el teatro de la Casa Municipal de Cultura "Javier Echenique Álvarez", al que asistieron muy pocos espectadores.
El espectáculo duró algo más de una hora, y estuvo dividido en dos partes la primera en la que ingresaron los jóvenes del ballet: Daniela Guzmán, Delia Chambi, Jimena Martínez, Álvaro Gareca, Álvaro Callejas, Jhasmar Padilla, Eudes Camargo y Elber Ayala.
La segunda parte fue la esperada actuación del coreógrafo, con tres danzas, en las que se pudo observar mucha expresión, movimientos que hacían "hablar" a su cuerpo e imaginar al público, interpretar cada paso, cada movimiento según el tema musical.
Böhâmia realiza una gira nacional este mes y el próximo, con presentaciones en las que lo acompañará el Ballet Municipal, con cuyos integrantes trabaja desde enero y a los que aprecia mucho por la consideración, atención y respeto con que lo tratan.
En cuanto la impresión del artista, éste lamentó que en Oruro haga falta cultura, porque si mañana viene una cantante lírica o una orquesta o una propuesta diferente de danza que no sea folklore no tendrá una buena acogida, y se debe tener en cuenta que la cultura es muy amplia.
"Lo que ofrezco son espectáculos pensados, analizados, con un gusto estético, con una calidad sonora, entonces es una propuesta física, de modo que lo que yo hago es arte, es un arte abierto", señaló.
Dijo que tal vez no se trata de conocimiento, sino de que se vive un momento de mucha insensibilidad, "el pueblo no tiene esa buena costumbre de acceder a propuestas diferentes de arte, propuestas que nos saquen de lo convencional, aquí es muy fuerte el Carnaval, en cuatro días sucede y qué de los otros 361".
Para incentivar el arte en la gente dijo que es un tema muy largo de hablar, porque es político y cultural, que viene de raíz, "a mí me preocupan los niños, los jóvenes, yo soy un hombre joven maduro tengo 45 años, pero estoy muy plantado, preocupa ese desinterés, hay como mucha apatía, preocupante para las generaciones que hay".
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