domingo, 2 de diciembre de 2012

Artistas plásticos están obligados a exponer en muestras colectivas

Ante la falta de espacios deben agruparse entre tres a cuatro personas. Esa situación provoca que gran parte de su producción anual sea archivada. Los artistas se quejan y exigen a las autoridades nuevos espacios y valorar el aporte que realizan con su trabajo a la cultura.



Desde hace un par de años apreciar en los salones Gíldaro Antezana o Mario Unzueta la obra de un solo artista es imposible.

La gran cantidad de artistas y la falta de salones para que estos muestren su trabajo ha provocado que desde hace varios años los salones estén ocupados por exposiciones colectivas donde tres, cuatro y hasta cinco artistas realizan una muestra durante una o dos semanas.

Para poder ingresar a estos espacios municipales y además subsistir con esta actividad, los artistas plásticos preparan entre 30 y 40 obras anuales que nunca pueden ser expuestas en un mismo lugar, ya que las muestras colectivas los limitan a presentar unas 6 ó 7 obras como máximo.

El presidente de la Asociación Boliviana de Artistas Plásticos (ABAP) Cochabamba, Jesús Florido, manifestó que los salones de exposición “parecen mercados”, por la situación en la que se ponen a los artistas y a las obras que realizan.

Para los 160 artistas plásticos en el departamento y alrededor de unos 13 que cada año se van graduando de la Escuela de Artes Plásticas, el espacio es insuficiente.

Los salones de exposición Gíldaro Antezana (destinado para los artistas con determinada trayectoria) y Mario Unzueta (para los que están comenzando su carrera) no solamente son ocupados por cochabambinos sino también por artistas del interior del país e incluso del exterior, lo que hace que el espacio sea mucho más limitante.

Con el objetivo de evitar que las obras se queden guardadas, los artistas también tienen acceso a los salones de ABAP, ubicados en la avenida Heroínas y España, donde también se deben realizar exposiciones colectivas de dos o tres artistas.

Otra forma de tratar de recuperar la inversión en la producción anual, los artistas cochabambinos de manera independiente buscan espacios en Santa Cruz y La Paz donde existen muchos más sitios públicos que en Cochabamba y más posibilidades económicas para la comercialización de su arte.

Florido señaló que el turismo de Santa Cruz y La Paz tiene mucha influencia en la comercialización artística, ya que son las personas del exterior las que más aprecian el trabajo de los artistas.

Por otro lado, informó que los tres salones privados para exposiciones que hasta hace tres años existían en Cochabamba fueron cerrados.

El Centro Pedagógico y Cultural Simón I. Patiño, que cuenta con dos salones para exposiciones, es una opción para los artistas plásticos, pero las solicitudes para ocupar deben ser realizadas con un año de anticipación, acompañado de un proyecto de exposición. El lugar también es ocupado por artistas nacionales e internacionales.

Asimismo, Florido señaló la necesidad de contar con un museo para la permanencia de las obras de los artistas plásticos, sobre todo de aquellas que ganaron el Concurso Nacional 14 de Septiembre, que año tras año se realiza.

Fotógrafos también requieren espacios públicos

La fotografía artística ha acaparado en Cochabamba más de medio centenar de personas que se agrupan en cinco colectivos fotográficos.

Uno de los colectivos más antiguos es el Claroscuro, que con 12 años de trayectoria esta gestión ha logrado conseguir el espacio para que comience a realizar exposiciones de los fotógrafos en los salones del Gíldaro Antezana y en la Casona de Santiváñez.

Para incentivar este arte, en 2012 se lanzó el Primer Concurso de Fotografía municipal “Domitila Chungara”.

El representante del colectivo Claroscuro José Héctor Arnez señaló que a lo largo de estos últimos años la fotografía ha ido creciendo y ha logrado captar más personas, por lo tanto requiere de la apertura de más espacios para mostrar los trabajos.

“Muchas personas han encontrado en la fotografía un medio para poder expresarse y este arte crece día a día en la ciudad”, dijo.

Por el momento algunos espacios alternativos para estas exposiciones son los salones de la Alianza Francesa y el Centro Boliviano Americano (CBA).

El colectivo Claroscuro también cuenta con un espacio denominado Tragaluz, que fue otorgado por los padres de la orden de San Agustín. Sin embargo se requieren más sitios para poder hacer talleres y contar con un laboratorio fotográfico.

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