domingo, 2 de septiembre de 2012

“Soy un príncipe aymara” Mamani Mamani

Mamani Mamani.

Este reconocido artista oriundo de Cochabamba ha mostrado su aptitud artística desde muy niño. Desde cuando vivía con sus padres cerca a las ruinas de Tiwanaku. Pese a que sus primeras obras datan de cuando tenía solamente 8 años, cursó la carrera de Agronomía, teniendo latente su pasión por la pintura. Es recién en el año ´91 que decide dedicarse de pleno al arte y considera que el hecho de no haberse formado académicamente como pintor le permitió explorar temas de la cultura boliviana que otros artistas no toman en cuenta.

Su mayor influencia desde un comienzo ha sido su abuela, de origen aymara, que no hablaba nada de castellano y que siempre estaba dedicada al trabajo del campo sin conocer la presión o el estrés, sólo la dedicación y amor por lo que hacía. Las obras de Mamani Mamani están impulsadas para constituirse en una suerte de defensa contra la intromisión de los valores y las costumbres occidentales en su propio pueblo.

Con una sonrisa siempre dibujada en el rostro y mucha humildad, no siempre propia de un artista de su talla, Mamani Mamani nos abre un poco su corazón para conocer sobre su vida.
FICHA TÉCNICA

Nombre completo: Roberto Mamani Mamani
Lugar y fecha de nacimiento: Cochabamba el 6 de diciembre
Una pasión aparte de la pintura: música y fútbol
Nombre de tu ñusta: Carmen
Hijos: Illimani, Illampu y Amaru
Un libro para soñar: La Chakañawi de Carlos Medinacelli
Una película indeleble: Las 4 estaciones de Kim-Ki Duk
Filosofía de vida: ser un ser andino

¿Quién es Mamani Mamani?

Mamani Mamani es un príncipe aymara, orgulloso de sus raíces y de su identidad. Un ser andino que camina toda esta ciudad y por los Andes, juega con colores y formas sin miedos y con profundo enamoramiento por el arte.

¿Qué es el arte en tu vida?

Es todo, es mi forma de vida. Es mi pasión incontrolable y como siempre digo, necesitaría dos o tres vidas para expresar todo lo que tengo y siento. Agradezco a la vida por haberme hecho un ser creador y poder transmitir sentimientos gracias a todo lo aprendido en la vida.

¿Cómo y cuándo descubres tu gran aptitud para la pintura?

A los 8 años ya pintaba con carbones que mi madre ya no usaba luego de su trabajo. Gané varios premios desde el comienzo de mi carrea. Yo soy un convencido que los dioses “achachilas” me protegen.

¿Recuerdas cómo concebiste tu primera obra?

Mi primera obra la concebí viendo a mi padre trabajar en el campo en Cochabamba y el esfuerzo que ponía. Mi abuela es mi gran inspiración; su origen aymara y su esencia siempre me inspiraron a crear. Creo por y para la madre tierra.

¿Cuál es tu mayor fuente de inspiración?

Las plantas, los bailes, la ritualidad. En mi arte manejo símbolos y códigos que procuro que la gente vea y sienta en mi visión de los Andes y su importancia. Los Andes se constituyen en mi fuerte y la base de interés de mi trabajo. También al elaborar tejidos llenos de colores púrpuras y naranjas, están bajo la influencia de factores ancestrales. Eso es Mamani Mamani.

¿Cuál es la ventaja de no tener una formación profesional como pintor?

Esto me da mucha libertad en el trabajo y las obras que elaboro. Gracias a esto manejo el color de una forma única que me identifica y sobresale mi visión personal y estilo particular que me diferencia de otros artistas y maestros. A lo largo de los años considero que he construido un camino particular hacia el arte y lo andino.

¿Cómo nace tu inspiración en la cultura aymara en tu obra?

Soy un ser andino y mi educación ha sido bajo los parámetros aymaras. Mi obra es una ofrenda a la madre tierra; cada obra mía la concibo como una “c´halla” o festejo para la madre tierra.

¿Cuáles son los premios más importantes que has obtenido en tu carrera?

Son varios, sin embargo lo más importante es incentivar a los niños, en base a formas y colores, a apreciar y gustar del arte. Por ejemplo, hay una niña que ya hace algunos años, para su cumpleaños, pide un cuadro mío y esa es una gran satisfacción. Me identifico mucho también con la gente y el pueblo y ellos conmigo, ese es otro premio grande para mi arte.

El reconocimiento de la gente hacia tu obra ¿Demoró en llegar?

Tardó un poco pero mi trabajo ha ido evolucionando en mi vida. Bailo hace muchos años en la morenada los “Catedráticos” lo cual ha servido para conocer muchos elementos de mi cultura que he aplicado en las obras para lograr un reconocimiento nacional e internacional.

¿Cómo fue que te decidiste incursionar en el diseño de prendas de vestir? ¿Qué tal la experiencia de plasmar tu arte en ropa?

Desde chico veía a mi madre y abuela elaborando prendas, la mayoría tejidos, y desde ahí viene mi interés por crear en ropa. Tengo mucha libertad, como en la pintura, elaborando tejidos llenos de color, luz y vida andina.

¿Qué novedades estas preparando para la primavera?

Estamos preparando un calendario con varias Misses con pintado corporal.

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