viernes, 7 de septiembre de 2012

Otakus valoran honor y disciplina de Asia

El encuentro denominado Otakufest 4 juntará cerca de 3.000 fanáticos

Honor, disciplina, lealtad y humildad son valores que, según otakus o fanáticos paceños del manga, el anime, la música, el cosplay y los videojuegos del Asia, están implícitos y se destacan en estas expresiones artísticas, las cuales forman una parte muy importante de sus vidas.
De acuerdo con los integrantes de Dance Vision, la música asiática, en particular el k-pop al igual que la curiosidad por los anime, aportó mucho en su creatividad e inquietud por investigar en el arte.
El 8 y 9 de septiembre, desde las 12.00 a 20.00, los apasionados por estas expresiones de Japón, Korea y China, además de quienes deseen conocer más sobre esta cultura, podrán asistir al cuarto Otakufest que se realizará en el Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef). La entrada tiene el precio de 25 bolivianos.
Sobre los “otakus”. Daniel Altuzarra, uno de los organizadores del evento, explica que un “otaku” es alguien que trasciende el fanatismo por el manga, los animes y videojuegos.También coleccionan series íntegras, personajes, vestuario, muñecos y otros accesorios. Según Altuzarra los “otakus” son fanáticos extremadamente fanáticos de lo que les gusta, pero dice que esto sucede con mayor frecuencia en Japón, pues “ahí tienen mucho respeto a las cosas que ellos hacen y piensan”, señala.
El organizador afirma que el “otaku” puede llegar a ser un freaky, término que usa para definir a una persona que no sólo se identifica con un personaje y caracteriza como éste, sino que adopta su psicología y hasta llega a ser como él, lo cual para Altuzarra es extremo. Carla Revollo, también organizadora del Otakufest, asegura que ella si se considera “otaku”, pues aunque tiene otras actividades laborales, mantiene y mantendrá su pasión por la cultura asiática “me gusta, es una diversión sana, no hace daño a nadie y no se ingiere bebidas alcohólicas”. Ella se define como “una 'otaku' y es algo que voy a defender, pues me ayudó mucho en el desarrollo de mi personalidad. Me complementa y me encanta”.

25 bolivianos es el precio de la entrada, los días 8 y 9 de septiembre en el Musef.

Evolución hasta ahora. Revollo cuenta que los fanáticos en la década del 90 decían que este movimiento tenía que crecer, entonces surgieron clubes de video, proyecciones, fiestas, programas de música asiática, etc. Poco a poco las convenciones en La Paz aglutinaron miles de personas, como el Otakufest 4 que tiene como invitada a Isabel Martiñón, actriz que dobla la voz de Naruto y Ben 10 al español.

Antecedentes del movimiento 1995: En esa época, según Revollo, no existía mucho material asiático en Bolivia y no había internet como ahora: “cuando a alguien le gustaba un ánime tenía que conseguirlo a través de otra persona en Perú, por ejemplo, que en su país ya se hubiese visto la serie. Se esperaba que salga en el canal peruano, se graben los episodios en VHS y recién lo enviaban aquí de manera pirata e informal”.
Asimismo, explica que se trataba de un movimiento pequeño y exclusivo para fanáticos que ponían empeño y podían gastar para conseguir esas pequeñas “joyas”. “Varias personas intercambiaban los materiales que conseguían, se juntaban y era muy atractivo ese grupo de amigos”. La organizadora destaca que la animación asiática es muy distinta a la que se hace en occidente, pues sus temáticas son mucho más fuertes, tienen géneros muy variados que hablan de disciplina y lealtad.




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