lunes, 13 de agosto de 2012

Notas y anécdotas del Teatro Achá

NUESTRA CASA | EL TEATRO ACHÁ TIENE UNA FUERTE CARGA EMOTIVA PARA LOS COCHABAMBINOS ¿QUIÉN NO PISÓ SU ESCENARIO DE NIÑO O FUE A VER A GRANDES ARTISTAS QUE PASARON POR SUS TABLAS?

1. UNA JOYA

Es hermano mayor de teatros como el Colón de Buenos Aires (104 años) o el Teatro Nacional Sucre en Quito (125 años). El Teatro Achá de Cochabamba es uno de los más antiguos de Latinoamérica. El 9 de agosto cumplió 148 años, como escenario principal de la llajta. Sin embargo, su existencia data de mucho antes. Fue fundado el 5 de junio de 1578 como convento por la orden religiosa de San Agustín. En 1826 acogió la formación académica de la Universidad Mayor de San Simón. Finalmente, el 9 de agosto de 1864, por firme iniciativa del entonces presidente José María Achá, sus vastas salas se destinaron a actividades líricas y escénicas

2. LOS MITOS

Se habla de fantasmas y túneles que lo conectan con conventos, incluso se ha dicho que en esos túneles se encontró restos de fetos humanos. En teoría, la boca del renombrado túnel, estaría debajo del escenario del actual Teatro. Según el tramoyista del teatro, Ramiro Ramírez, todo eso es puro cuento. “Han venido arquitectos, fotógrafos y no han encontrado nada; no existe ese túnel”. Ramírez afirma que tampoco hay fantasmas y él lo sabe mejor que nadie porque vive en el mismo teatro.

“En el Teatro Municipal de La Paz sí hay, he tratado de pasar una noche ahí y no he podido dormir”, cuenta.



3. DE LOS FAROLES AL TEATRO



El empleado más antiguo del Teatro Achá es Abraham Herrera, quien comenzó trabajando en la sección de Alumbrado Público del Municipio cochabambino. Lo convocaron para la remodelación del “Achá”. Ayudó junto a otros empleados a hacer las conexiones eléctricas y fue elegido para quedarse como iluminador del teatro. Eso pasó hace 23 años. Actualmente se encarga del sonido de los espectáculos, quizás no hay nadie que conozca mejor todas las conexiones eléctricas que le dan magia a conciertos, puestas en escena, espectáculos de danza y demás presentaciones.



4. EL ESPECTÁCULO DE LA RATA



El tramoyista del “Achá”, Ramiro Ramírez, trabaja en el Teatro desde 1992 y no recuerda ningún espectáculo tan impactante como el que dio él mismo y cuyo coprotagonista fue una rata. Se realizaba el Premio Peter Travesí en 1999 y se presentaba un monólogo en el teatro cuando de repente apareció por proscenio la cabeza de un animal que parecía un títere y por lo tanto se veía como parte del espectáculo. Unos minutos más tarde el “títere” comenzó a correr desde el escenario hacia la fosa del teatro, entonces el público notó que se trataba de una rata y gritó despavorido subiendo los pies a las butacas. Fue ahí que Ramiro Ramírez hizo su aparición agarrando fuertemente un palo de escoba y cual caballero armado, golpeó a la rata dando fin con su vida.

5. LA DAMA DEL TEATRO

A finales de la década de los ‘60 la actriz Ninón Dávalos regresaba a Cochabamba después de haber estudiado Artes Dramáticas en España y se encontró con que el Teatro Achá era un cine. Ella fue una de las artistas que impulsó la actividad teatral en la llajta, abriendo una escuela de actuación, produciendo obras y devolviéndole el Teatro Achá a los teatreros.

“Tuve la suerte de acceder a una audiencia especial con el entonces Presidente de Bolivia, General René Barrientos Ortuño, a quien le expuse esta urgente necesidad para que el teatro cochabambino desarrolle y enaltezca su arte. Barrientos hizo suyo inmediatamente ese deseo y prometió devolverle al teatro su lugar. Dos meses después de su fatal accidente en 1969, el Alcalde, Don Francisco Baldi, cumplió esa promesa”, cuenta Ninón Dávalos.

6. LA CUNA DEL TEATRO

Se conoce a Cochabamba por ser el semillero del teatro boliviano en los años 60 y el escenario del Teatro Achá fue uno de los más importantes para tal movimiento. Por esas tablas pasaron artistas como Adolfo Mier Rivas, actual director de Chaplin Show en Santa Cruz, René Hohenstein, director de Casa Teatro También en Santa Cruz, Hugo Francisquini, Raúl Salmón, Sonia de la Rosa, el mismo Peter Travesí, Teresa Sierra, Luis Bredow y muchos más, que han hecho historia y en la mayoría de los casos siguen sobre escenarios de otras ciudades del país y del exterior.

En este escenario también se celebra cada año el “Premio Nacional de Teatro Peter Travesí”, el único evento teatral apoyado por una ley en Bolivia.

7. LA RESISTENCIA DEL TEATRO

En la historia de este Teatro está registrado que el General José María Achá tuvo que llevar al ejército para demostrar al público que los palcos eran resistentes, ya que la sociedad cochabambina, al parecer, no quería subir a los palcos. Achá envió tres batallones, dos regimientos y un escuadrón para protagonizar un espectáculo singular hace casi cien años. Con el peso de los soldados, la solidez y resistencia de las columnas del teatro fueron puestas a prueba y quedó comprobado que los palcos sí eran sólidos y resistentes.

Durante 12 años el Teatro de la Unión Americana acogió en sus espacios, importantes actividades que congregaban a la élite cochabambina, que asistía numerosamente y con sus mejores galas.

8. REMODELACIONES

Como consta en los registros de la Casa de la Cultura, toda la estructura del espacio es original; sin embargo, el concepto de la utilización del escenario ha sido ampliado hacia la parte posterior para lograr un espacio artístico. Se conoce que una de las primeras reparaciones del Achá -conservando su estructura tradicional-, se realizó en 1954 durante la gestión de Armando Montenegro. Después, en 1962, el “Achá” sufrió remodelaciones e intentos de reconstrucción.

En 1988 el alcalde Humberto Coronel Rivas inició la remodelación del teatro. El equipo de arquitectos estaba conformado por Alina Espinoza, Ana María Vidal, la asesoría del arquitecto Miguel Hanny y bajo la supervisión de Hugo Ballivián, iniciaron las obras para recuperar el Teatro Achá como médula del arte escénico nacional.

Fue en esta remodelación donde se construyeron los camerinos y los baños. También se restauraron las columnas, las cúpulas y las bóvedas que habían sido selladas anteriormente.

9. LOS MÁS TAQUILLEROS

Teresa Méndez es boletera en el teatro desde hace más de 20 años. Es, sin duda, una de las más entendidas para medir el éxito de taquilla de los espectáculos que se presentan en el “Achá” y asegura que los grupos folclóricos son los que más “vuelcan taquilla”.

Creo que Cochabamba ha perdido un poco "la pasión", y creo que por falta de incentivos, en el sentido de espacios teatrales, se han creado algunos a iniciativa privada, pero nuestro querido Teatro Achá se ha convertido en un escenario eminentemente musical, no es que esté en contra de ese hermoso arte, pero su programación debería dar más preferencia al teatro como tal”, comenta la actriz Ninón Dávalos.



10. GRANDES ARTISTAS Y ESPECTÁCULOS

Desde que abrió sus puertas como teatro, el “Achá” ha acogido a artistas y espectáculos de todo el mundo. Uno de los espectáculos más interesantes que se presentó en este teatro, según recuerda el técnico de sonido, Abraham Herrera, fue el Ballet de Guadalajara, por la calidad de sus bailarines y la cantidad de artistas que pisaron escenario.

Entre los artistas bolivianos también hay muchos que han hecho vibrar al público cochabambino, como Praí Vaca, El Teatro de Los Andes, David Mondaca, Guido Arce, Melo Tomsic, Silvia Fernández, la Escuela Nacional de Teatro de Santa Cruz, A Tempo Danza, la Orquesta Filarmónica, Walter Albarracín y muchos más que continúan en pie en la labor de crear.

11. HUESOS ENCONTRADOS

Según cuenta la historiadora Ítala de Mamán, durante la última remodelación que sufrió el Teatro Achá se encontró huesos humanos, algunos coincidieron con los de Gerónimo Osorio. Ítala encontró el testamento de este Capitán, en el que pedía que se lo entierre en el templo de San Agustín, actual Teatro Achá. Fue así que se le construyó la urna que actualmente se encuentra debajo de la oficina de administración del teatro.

“También se encontró huesos recientes y está la incógnita de si eran huesos de la época de las dictaduras o de cuando se enterraban los cuerpos en iglesias”, dice la historiadora.

Otra iglesia que se convirtió en teatro fue el Modesto Omiste en Potosí, Ítala asegura que la forma de las iglesias hizo que la infraestructura se preste para adaptarlas a teatros.





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