La capital argentina se envuelve otra vez de ritmos arrabaleros para recibir una nueva edición del Tango Buenos Aires Festival y Mundial, que reúne desde ayer a unos 2.000 músicos y bailarines de todo el mundo.
La gran cita anual de los amantes del tango comenzó ayer con el primero de los cerca de 500 espectáculos previstos hasta el próximo 28 de agosto, cuando concluirá tras la celebración de la final del Mundial de tango, la competición internacional más esperada, en la que en esta edición participarán unos 500 concursantes.
La fiesta se abrirá en el barrio de La Boca, considerado la cuna del tango porteño, con la Orquesta Típica Sub 25 -bajo la dirección de Pablo Agri-, más el bandoneonista Eduardo Baffa y los bailarines Juan Carlos Copes y Johana Copes, entre otros.
El Festival rendirá un especial homenaje a Astor Piazzolla, uno de los más grandes referentes de la música del Río de la Plata, fallecido en Buenos Aires en julio de 1992.
Una exposición permanente, bautizada como Piazzolliana, repasará la vida y obra del bandoneonista que, además, será el protagonista de varios de los espectáculos programados en el Festival, como el concierto que ofrecerá el reconocido pianista Horacio Lavandera, con un evento que incluirá los clásicos "Cuatro estaciones porteñas", "Libertango" y variaciones sobre la melodía de "Adiós Nonino".
Esta edición presta una especial atención a los nuevos talentos del tango argentino y a las figuras que, ajenas a este género, tienen mucho que aportar a la música nacional. Estarán exponentes como Leopoldo Federico, Néstor Marconi y el cantautor Pedro Aznar.
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