viernes, 9 de marzo de 2012

Cool Hunter: la cacería de placeres

El cool hunting es una actividad intermediaria entre la sociedad y la cultura, que ayuda a rastrear y orientar los gustos colectivos que estarán de moda.

Un cazador de tendencias, o cool hunter, es un personaje que descubre talentos y modas que emergen en toda época. Recolectar información sobre los gustos de las personas, en función a sus conductas, hábitos y personalidad, es la labor de este personaje, estudioso de la cultura. En la vía pública o en internet, evalúa y registra con una libreta o cámara fotográfica a los sujetos. Se consolida en una mirada objetiva sobre la sociedad o lugar de trabajo. Las empresas más innovadoras se adelantan a la competencia gracias a esta figura, quien con su ojo clínico es capaz de detectar tendencias y ayudar a imponerlas en el mercado. El análisis e investigación de gustos durante la anterior década se convirtió en una herramienta necesaria para todo tipo de industria. Esta rama es responsable de que un negocio o marca publicitaria triunfe. Georgette Sffeir, artista visual y Vj paceña, cool hunter de afición, comenta que es “un personaje influyente, crea modas y tendencias. Es un líder de opinión”.
Sin prejuicios. Un cool hunter debe aceptar, comprender y analizar diferentes tipos de estereotipos sin juzgarlos. Asimismo, debe estar actualizado en todos los ámbitos y obtener información a través de distintos medios. Mariana Carranza, diseñadora y creadora de la marca de ropa Narcisa, con puntos de venta en Bolivia, Uruguay y Colombia, quien este sábado presenta su nueva colección inspirada en Colombia, es una especialista en tendencias que a lo largo de los años se dedicó a investigar sobre las predilecciones femeninas para crear sus propias prendas.
En su concepción, “el cool hunting no se limita al mundo de la moda simplemente, está dirigido para varios campos, y es un hábito que rastrea gustos y preferencias, sin criticarlos”.
Luis Aranda, director de Arte Publicitario y vocalista de la banda Enfant, encuentra que “si uno es muy selectivo al momento de escoger a qué publico va una producto o servicio, puede perder demasiada plata, por eso hay que ser abierto a las posibilidades”.
El especialista creativo. Al igual que un actor de variedades, el cool hunter se desempeña en muchas áreas. “Para mí, un cool hunter es un cazatendencias, pero no solamente de la moda, también de la arquitectura, de la comida, incluso hay cool hunters que sólo ven videos en YouTube”, explica Andrea Bonadona, maquilladora artística paceña y creadora de la marca Bonna Donna’s Make up.
Valerie Monic, figura pública, modelo y diseñadora, describe: “Si estás en una industria, es algo con lo cual tienes que aprender a vivir, estando al tanto de todo, en música, arte, arquitectura, gastronomía y varios espacios”. Según Carranza, el oficio de cool hunting “debe enfrentarse a la realidad para luego convertirla en algo deseable”. Por su parte, Bonadona encuentra que es “una forma de marketing y publicidad más creativa”.

6 expertos hablan sobre el trabajo de cool hunting, cada vez más necesario para la industria y la publicidad.

Artistas que son un anzuelo. Más allá de la publicidad, el arte influye en los gustos colectivos. Son las estrellas y los iconos quienes mueven el templo del placer. Georgette Sffeir dice que son “los artistas los que crean tendencias”. Luis Aranda descubre que “el arte verdadero no investiga gustos para adaptarse a un público, por el contrario, impone.” Sergio Ruiz, director creativo de Impacta, cae en cuenta de que “los artistas musicales son los que generan un gusto y luego las marcas”.
El oráculo. Como una suerte de bola mágica que ve el futuro, el cool hunter es un profeta.
Carranza menciona: “Un cool hunter debe ser muy cuidadoso y tener ante todo mucho ojo detallista y sensibilidad suficiente para detectar ese algo que se pondrá de moda. “Bonadona finaliza que “es como una forma de predecir lo que se viene a futuro”.


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