domingo, 4 de septiembre de 2011

Una plataforma de diálogo para el arte

Entre el 12 de octubre y el 12 de noviembre del presente año, la ciudad de La Paz, junto a sus principales espacios culturales y artísticos, se vestirá de gala para acoger a la VII Bienal Internacional de Arte SIART. Esta importante plataforma de diálogo para el arte contemporáneo fue creada el año 1999 —inicialmente llamada Salón Internacional de Arte— y con el paso de los años se ha constituido en el espacio más importante de desarrollo de la actividad artística contemporánea.

Una bienal internacional de arte, tal como la conciben los organizadores, funciona como dispositivo de lectura de una escena local, y se debe a la ciudad que la acoge. Al integrar diferentes espacios y manifestaciones artísticas, crea la posibilidad de alianzas entre los actores del sistema de arte, y acelera la transmisión de información entre ellos. Sus pilares principales son la Exposición de Invitados de Honor, el Concurso Internacional de Arte SIART y las actividades de formación. En cuanto a los invitados, se destaca la presencia de varias luminarias a nivel internacional para esta versión, entre ellos Mónica Nador de Brasil, Jaime Iregui de Colombia, Cecilia Podestá de Perú, Adolfo Torres de Chile, Esther Ferrer de España, Sandra del Pilar de México, Sara Ramo de España y Jakub Nepras de Checoslovaquia.

Entre los artistas nacionales invitados se cuenta a una de nuestras representantes con mayor presencia en el extranjero, nos referimos a la artista visual Claudia Joskovich, residente en Estados Unidos; a ella se suman Ricardo Pérez Alcalá, desde una mirada particular, y Ligia D’Andrea. El jurado internacional lo conforman el brasileño Agnaldo Farias, curador de la Bienal de Sao Paulo, el crítico español Fernando Castro, Florencia Battiti de Argentina, Laumert Dos Santos de Brasil y el arquitecto boliviano Carlos Villagómez.

Laboratorio
Norma Campos Vera, directora de la Bienal, señala que en esta ocasión se ha potenciado el área de la formación, compuesta por un innovador Seminario Internacional —en el que exponen temas los jurados—, cinco talleres académicos y cinco mesas de diálogo en torno a la literatura, la arquitectura y el teatro. La principal novedad, sin embargo, son los denominados “Laboratorios”, cuya instalación responde a un análisis sobre el estado de la escena artística local. Justo Pastor Mellado, curador general, indica que “mientras los talleres están orientados hacia la reproducción de conocimiento, los laboratorios en cambio ensayan nuevas formas de relación de las prácticas artísticas con las prácticas sociales”.

Una variante importante a señalar es que la producción de conocimiento que emanará de las actividades formativas no está pensada en términos de reproducción académica, sino que está ligada a ciertas ausencias informativas básicas que no han sido resueltas por las estructuras de enseñanza superior, y tiene el claro objetivo de promover proyectos de autoproducción. Éste el sentido de los laboratorios.

Complejidad
La propuesta curatorial se ha denominado Diálogos en la complejidad; es un eje temático que invita al uso de distintos instrumentos conceptuales de lectura (¿por qué no re-pensar a partir de ello el concepto de abigarramiento de Zavaleta?). Problematiza las condiciones de producción artística del medio, a tiempo que cuestiona la complejidad inherente a las condiciones que hacen posible un diálogo: ¿En qué condiciones de relación se da efectivamente el diálogo entre dos o más actores? ¿Cómo se pueden desmontar las estructuras jerarquizadas y verticales desde las que sólo se desprenden simulacros de diálogo?

La misma noción “diálogo” es compleja. Platón pensaba que el abismo entre las ideas y la vida podía salvarse mediante el diálogo, y por mucho tiempo, ese fue uno de los formatos preferidos para la exposición de argumentos en la filosofía occidental. ¿Cómo funciona esto en el arte contemporáneo?

La propuesta curatorial promueve la formación de enunciados críticos respecto de la realidad del arte y de sus necesidades simbólicas y materiales locales. Ejemplo de un punto de complejidad: el discurso de la contemporaneidad que ha privilegiado las instalaciones y los nuevos medios en desmedro de la pintura. En este contexto, Justo Pastor Mellado señala que “esta Bienal es ambiciosa, porque responde, por una parte, a la falla museal estructural, a tiempo que resuelve la crisis de circulación mediante la construcción de una mirada hacia el interior de la escena”.

Por lo pronto, la organización de la Bienal avanza, y ya se anuncia el lanzamiento de la página web de la Bienal renovada, no sólo como espacio de difusión informativa, sino además como espacio de visibilidad para los mismos artistas, y plataforma de análisis de la coyuntura local.


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