domingo, 4 de septiembre de 2011

Miguel Ángel y ‘La creación de Adán’


Medio milenio de vida cumple el fresco del maestro italiano que engalana el techo de la Capilla Sixtina del Vaticano. Representa un episodio del Génesis y es el cuarto de los paneles que se refiere a ese episodio bíblico. En éste, Dios es un anciano barbudo envuelto en una túnica púrpura que también es habitada por querubines, y que abraza a una mujer que simboliza a Eva, quien todavía espera en el cielo su momento de creación. Con el brazo derecho, está a punto de tocar a Adán para darle la chispa de vida, quien ya se halla en el mundo terrenal. Comparten las posturas, como una alegoría a que Adán fue hecho a imagen y semejanza del de arriba. Sobre esta imagen se han hecho variopintas interpretaciones, por ejemplo, un estudio de los años 90 plantea que Miguel Ángel se basó en la anatomía humana para hacerla; por ello, las luces y sombras detrás de Dios mostrarían un cerebro compuesto por el lóbulo frontal, el quiasma óptico, el tronco del encéfalo, la hipófisis y el cerebelo; inclusive, el manto rojo tendría la forma de un útero y la bufanda verde que cae del Creador, la de un cordón umbilical recién cortado. El fresco inspiró a Steven Spielberg para el póster de E.T. El extraterrestre.


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