miércoles, 10 de agosto de 2011

Sinfónica estrena dos obras de compositores bolivianos

La Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), dirigida por Willy Pozadas, estrena hoy dos composiciones contemporáneas de los autores Javier Parrado, Aceras y K’antu magenta, y de Agustín Fernández —que radica en Londres—, Danzas místicas. El repertorio del programa incluye las obras Concierto para piano y orquesta Nº 1 de Franz Liszt con Mariana Alandia de solista y las Danzas Polovetsianas de Alexander Borodin.

La OSN se presenta hoy y mañana a las 20.00 como se acostumbra en el Centro Sinfónico de la calle Ayacucho.

El compositor contemporáneo Javier Parrado explica que la Sinfónica tocará su obra, que la terminó hace dos semanas para el primer ensayo de la Orquesta, como un estreno a nivel internacional.

Aceras y K’antu magenta es un homenaje a los músicos que han pasado por la Sinfónica y que han dedicado casi toda su vida a tocar.

“Ellos —los músicos— han estado ensayando hasta en los momentos más difíciles como en ‘Octubre negro’ y han recorrido las calles y aceras históricas del centro de la ciudad de La Paz. La obra está dedicada a los paceños acostumbrados a aguantar los bloqueos y marchas que ya son parte de sus vidas”, dice Parrado quien estrenó en 2010 la obra contemporánea Alegres Prestes un homenaje a la Festividad del Señor Jesús del Gran Poder.

El compositor relata que un día cuando caminaba por la plaza Murillo y las calles del centro, donde —dice él— mucha gente ha muerto al ser parte de las luchas sociales, pudo percibir que los adoquines se movían bajo el asfalto, esas piedras guardan la memoria de los fallecidos que son parte de la historia

En la obra que dura 15 minutos se ha tomado la estructura del k’antu para hacer el homenaje. Se incluye también partes modales de música andina, pero se asume el k’antu a partir de varias facetas, dice el compositor.

Parrado explica que Magenta es un pueblo de Italia donde quedó un río de sangre y el magenta es el color de la sangre seca. Son esas piedras que están cantando.

El director del séptimo programa denominado Maestros Bolivianos de la Orquesta Sinfónica Nacional, Willy Pozadas, dice que es un orgullo dirigir la Orquesta en el estreno nacional de la obra Danzas Místicas de un amigo y también compañero de estudio del Primer Taller de Música, como es Agustín Fernández.

La obra de Fernández, que fue interpretada por una orquesta de Londres donde él radica, tiene tres piezas inspiradas en el fuego, en ese fuego que transforma y que da vida. “Nos está costando —a los integrantes de la Sinfónica— ensamblar los ritmos nuevos y experimentar con sonoridades, pero lo asumo como un reto al dirigir la OSN”, afirma Pozadas, quien tiene más de 30 años dedicados a la música como docente, intérprete y compositor.

OTRAS OBRAS

La presentación de la Sinfónica en las dos noches, también incluye, al cumplirse el Bicentenario del natalicio del compositor austriaco Franz Liszt, el Concierto para piano y orquesta Nº 1. La pianista y docente consagrada Mariana Alandia es la solista en esta obra.

“Liszt tiene partes musicales que son bien caprichosas”, explica Pozadas, quien reconoce que es un reto el presentar los dos conciertos por las partes complicadas que tienen las partituras.

Otra de las obras es las Danzas Polovetsianas de Alexander Borodin que también presenta un desafío al ser ensamblada por la Orquesta.

El repertorio del séptimo programa de la Sinfónica es anecdótico porque por primera vez se estrenan dos obras de música contemporánea de autores bolivianos. Pozadas reconoce que es el programa más difícil que le tocó dirigir.

MÚSICA CONTEMPORÁNEA

Pozadas explica que esta clase de música fue iniciada por Alberto Villalpando junto a sus alumnos que formó como los del Primer Taller de Música que se realizó a inicios de la década de los 70 en la Universidad Católica Boliviana. Ahora —dice el compositor— existe otra ‘camada’ como a la que pertenece Javier Parrado. En la ciudad de Cochabamba también se está formando una nueva generación de músicos junto a Gastón Arce en la Universidad Loyola. De las demás ciudades —dice Pozadas— no conozco mucho.

Reitera que el programa séptimo para la Orquesta es un reto musical que sin lugar a dudas tendrá un final feliz.

Parrado invita a la ciudadanía paceña a descubrir en los dos conciertos las melodías sin ninguna clase de prejuicios porque el pueblo tiene derecho a escuchar toda clase de música.

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